
A día de hoy las compañías trabajan con muchos datos sensibles de sus clientes que están obligados por ley (LOPD) a guardar, almacenar en un lugar seguro así como protegerlos durante un periodo de tiempo.
Muchos de los ciberataques tienen éxito por varias razones:
- La primera de ellas es que no hemos tomado las medidas mínimas para proteger nuestros equipos.
- La segunda que incluso teniendo los mejores programas un hacker es capaz de acceder a nuestros datos.
- Incluso puede suceder que sea una mezcla de las dos.
En todo caso, como hemos comentando en el apartado de las fases o etapas de la ciberseguridad lo mejor es tomar medidas de prevención para conseguir el ahorro de tiempo, recursos y dinero y evitar la fuga de información.
Que nos roben datos puede ser perjudicial no sólo para nuestra organización sino también afecta a nuestra confianza como empresa.
Una filtración de información personal de nuestros clientes y proveedores acarrea problemas mayores que la pérdida de los mismos, lleva implícito un daño a la imagen de nuestra empresa y un perjuicio que va más allá del robo de los datos.
De ahí que debamos entender mínimamente los sistemas de nuestros equipos y saber cuáles son los defectos de nuestra red y equipos para protegerlos de los ataques más comunes entre los que se encuentran todos los programas de software como virus, troyanos, gusanos, etcétera.
Los datos de ataques a pequeños negocios y empresas son más numerosos de lo que pensamos, en torno a un 43 % de los ciberdelitos están dirigidos a las pymes por ello es necesario que los emprendedores tomen medidas para evitar estas cifras. Estos son algunos consejos que te compartimos para reforzar la seguridad informática de tu empresa.|
Formación:
Una de las mejores formas de reforzar los niveles de seguridad de nuestra compañía es formar a nuestros trabajadores. Muchos de los problemas que suceden con los ataques (suplantación de identidad, apertura de correos infectados, instalación de virus en los equipos por malas prácticas) tienen que ver con la acción humana, es decir, nuestros empleados.
Crear unas políticas mínimas de seguridad:
Antes comentábamos la necesidad de establecer unas normas o políticas de seguridad. Sin embargo, de poco vale establecer estas medidas si no se las comunicamos a nuestros empleados y no van unidas con la prevención.
Estudiar a tu enemigo:
Conocer tus debilidades y fortalezas.
Nunca está de más hacer una auditoría de seguridad o consultar a una gestora de ciberseguridad para saber cuál es la situación exacta de seguridad en nuestras redes y equipos. Así, podremos preparar una respuesta específica en forma de compra de licencias, o actualizaciones para nuestros dispositivos y redes.
De esta forma, ahorraremos dinero al no gastar dinero de más en reforzar los equipos. Si no contemplas acudir a una empresa de seguridad puedes optar por usar y contratar programas informáticos tipo CMS o ERP en la nube que tenga un servicio de mantenimiento y protección.
Presta atención a los periféricos:
Muchas veces nos obsesionamos con la protección de los dispositivos y tenemos unos niveles excesivos de seguridad en los mismos, pero fallamos en otro aspecto, no asegurar los periféricos. Las impresoras, lectores de DVD y puertos USB son la puerta de entrada perfecta para cualquier programa o software malicioso tipo troyano, adware o gusano.
Estos programas se suelen esconden en archivos adjuntos, fotografías o documentos PDF que van en estos periféricos y al entrar en contacto con el pc, red o portátil abren un enlace para iniciar un ataque o la instalación de un programa maligno.
Por ello, debemos tomar medidas con estos aparatos y escanearlos cada vez que mandamos un fax, recibimos un correo en la impresora o sencillamente usamos un USB de empresa. (En muchas compañías está prohibido el uso de los pens para evitar fugas de información)
Actuar en conjunto:
Finalmente, el mejor consejo que te podemos dar es que te tomes este problema muy en serio y que no escatimes recursos, tiempo y esfuerzo en la inversión de la ciberseguridad.
Por otro lado, piensa en un conjunto y actuar de forma coordinada y es que de poco vale que tengamos protegidos los equipos de mesa si después falla la seguridad en la red o los equipos portátiles, usb y teléfonos móviles no están protegidos.