
Hoy queremos dedicar este artículo a nombrar algunos útiles consejos que pueden ayudarnos a estructurar y realizar la entrevista perfecta con los mejores resultados.
Investiga a Fondo la Vacante
Si no conocemos en profundidad el puesto que necesita cubrir la organización y/o empresa, tampoco podremos definir cuáles son las habilidades y aptitudes exactas que necesita tener la persona ideal para desempeñarlo. Con lo cual tampoco seremos capaces de estructurar la forma en la que se va a desempeñar la entrevista, las cuestiones a plantear y la orientación que le queremos dar.
Es muy importante en esta primera etapa intentar resolver todas las cuestiones que el candidato nos pueda plantear, con el fin de evitar que se vaya de la entrevista con dudas. Para esto también tenemos que estar preparados.
Con las nuevas tendencias de reclutamiento, el sector de los Recursos Humanos se ha socializado, y en algunas ocasiones ocurre que en un contacto previo con las personas que queremos entrevistar, surgen preguntas de ellos hacia nosotros del tipo:
¿Cuáles son los objetivos prioritarios de la empresa a corto plazo? ¿Por qué según tu punto de vista esta organización es un buen lugar para trabajar? ¿Qué espera la empresa de mí en el primer año?
Quizás para muchos reclutadores pueda sonar inusual que el candidato exponga su curiosidad de esta manera, pero debemos tomarlo como algo natural que forma parte del proceso para la obtención de unos mejores resultados.
Prepara la entrevista
Improvisar es una opción que deberías descartar. Probablemente, el candidato se ha estudiado la empresa y se ha preparado para contestar a tus cuestiones. Pero ojo, no vas a ser el único de la mesa que vaya preguntar. El candidato querrá saber detalles de la compañía o del puesto del trabajo que se ofrece. Hazte estas preguntas: ¿será necesario trabajar para el puesto que ofrece la empresa? ¿Qué horario tiene? ¿Qué responsabilidades exige? ¿Cuántas personas se encuentran en el departamento? Si no las sabes responder, entonces podría existir un conflicto de intereses. O peor aún, podrías intentar salir airoso con: “más detalles en la siguiente entrevista de trabajo”. No hagas perder el tiempo a nadie.
Sé puntual
No sabríamos explicar muy bien porqué algunos reclutadores creen que su tiempo es más valioso que el entrevistado, pero sin duda, es totalmente incierto. No hay nada más poco profesional que hacer esperar al candidato cuando se le ha citado a cierta hora. Y no hay nada peor que olvidarse sobre la entrevista de trabajo.
Es muy fácil: si no vas a estar a tiempo, llámalo para explicarle que tardarás media hora en atenderlo.
Prestar atención a los logros recientes
Si un solicitante acaba de graduarse de la universidad, está bien que complemente su currículum vitae con su GPA y posiciones de liderazgo universitario. Pero, una vez que alguien ha estado trabajando durante un tiempo, esa información se vuelve obsoleta y debe eliminarse a favor de los logros profesionales.
En el otro extremo del espectro, si un candidato tiene entre 20 y 30 años de experiencia, no esperes que brinde detalles intrincados sobre sus primeros trabajos o afiliaciones a la universidad. Busca descripciones detalladas solo para sus últimos 10-15 años de trabajo.
No atiendas llamadas
Aludiendo de nuevo a las buenas maneras: nada de descolgar el teléfono en medio de una entrevista de trabajo. Probablemente el candidato habrá apagado su móvil o puesto en silencio. Deberías hacer lo mismo.
Realiza un Estudio Previo del Candidato
Además de analizar con interés el CV de los candidatos donde se muestra la formación, experiencia profesional y datos personales básicos, debemos de hacer también un estudio paralelo de nuestro target o público objetivo.
No cabe duda que en función del sector en el que estemos trabajando, la edad requerida para el puesto y la formación específica, necesitaremos localizar personas con aptitudes y habilidades determinadas.
Gracias a los medios sociales y a los grupos de LinkedIn podemos encontrar personas den mismo perfil en un mismo foro, lo cual facilitará nuestra tarea.
En definitiva si hacemos un análisis DAFO (debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades) tanto del sector como del perfil que necesita la organización, estaremos afianzando el éxito posterior del proceso de reclutamiento.
Estructura preguntas en tres bloques
-Haz preguntas más allá de lo que ya conoces gracias a tu investigación. ¿Cuál fue tu último reto en el anterior puesto? ¿Cómo lo enfrentaste? ¿Lograste resultados? ¿Trabajabas de forma individual o en un equipo? Con ellas podrás conocer más sobre su forma de trabajar.
-Haz preguntas sorpresa para conocer la capacidad de respuesta, espontaneidad y habilidad para imprevistos.
-Realiza preguntas más allá del puesto de empleo para conocer más a la persona: sus pasiones, filosofía de vida, gustos y fuentes de inspiración. Una de las preguntas más motivadoras que podrían ayudarte es: ¿Si estuvieras en una situación económica acomodada y no tuvieras necesidad de trabajar, a qué dedicarías tu tiempo?
Empieza a atraer candidatos antes de necesitarlos
El reclutamiento no es una carrera de velocidad, sino una de fondo. Debes trabajar constantemente en la búsqueda del candidato perfecto, incluso antes de que haya surgido el puesto que quieres ocupar. Además, estar siempre al tanto de las novedades del sector y en contacto con candidatos potenciales también te ayudará a mejorar tu Employer Branding.
Para encontrar un buen perfil debes pensar en las prioridades de la compañía y en sus previsiones de crecimiento, y cuando encuentres un candidato que creas que puede ser interesante en un futuro, guárdalo en una base de datos.
Lee el CV del candidato un par de veces
Lo cierto es que es muy molesto cuando llegas a una entrevista de trabajo y te preguntan: ¿tienes experiencia en el sector? La llamada que recibe el candidato para una entrevista de trabajo implica que alguien ha leído su currículum y se ha interesado en él (tenga o no experiencia). Ahorraremos tiempo si el reclutador sabe un poco de nuestra experiencia. Nosotros estamos ahí para ampliar la información con detalles como cuáles eran nuestras responsabilidades en el puesto.
Dar una buena imagen de la empresa
Los aspirantes, al verte, se harán una idea del trabajo al que están aplicando, por lo que siempre es recomendable ser cordial y estar atentos a sus necesidades como un vaso de agua o el baño. La amabilidad es parte fundamental en ambos extremos y si te muestras abierto ante sus preguntas, dudas o querer conocer más sobre el lugar al que entrarían a trabajar, no dudes en ayudarlo. Si siente confianza, será más fácil entablar una relación de entrevista con él.
Establece una Escala de Puntuación
Esto es lo que se conoce como feedback o valoración de resultados. Debemos tener muy clara una escala de puntuación para cada una de las cuestiones que hemos realizado en la entrevista, otorgándole a cada una la importancia que se merece.
De esta forma podremos valorar resultados a media que vayamos avanzando en el proceso.
Estos consejos pueden resultarnos muy útiles para estructurar previamente un proceso de selección y reclutamiento en la fase de la entrevista personal. Saber cómo manejar nuestras entrevistas nos ayudará a conseguir el mejor candidato.